21 dic 2013

NAVIDADES CON LOS EXPLORADORES DEL TIEMPO - DÍA 21

¡Feliz veintiuno de diciembre!

Más rápido de lo que uno hubiese previsto, las navidades se acercan a todo galope, ¡y los últimos regalos están ya listos para su disfrute! Hay, es verdad, unos retoques que hacer en el muy especial regalo del día veinticinco, pero aún hay tiempo para hacer todos los cambios que sean necesarios para que esté perfecto. Seguro les va a gustar.

Pero vamos a lo que nos compete el día de hoy. El regalo del día veintiuno es...*redoble de tambores* ¡EL ÚLTIMO CAPÍTULO DE "LA MÁQUINA M - LA METRÓPOLIS"! Si señor, el fin de la primera parte de la historia traducida por su servidos ha llegado con un evento de grandes consecuencias, y mientras oía hoy casi la totalidad del repertorio del acto musical electrónico "The M Machine" responsable tanto de las canciones como de la historia a traducir, ¡no podía aguantar a traducir la segunda parte! Obviamente, eso va a tener que esperar un poco, pero esperemos que no sea demasiado. Por lo pronto, los dejo con el tema musical inspirado en la historia o...con el tema que inspiró la historia...es imposible decir. Pero, sin más preámbulos, esto es...

¡SOMBRAS EN EL JARDÍN DE ROSAS!


CAPÍTULO 5: SOMBRAS EN EL JARDÍN DE ROSAS



Ohhh deberías estar muerta, muchacha, estás loca y deberías estar muerta.

Nada tenía sentido. Nada de esto tenía sentido. No lo tenía su vida, ni el sueño, ni la locura en el piso de la fábrica -- lo siento, lo siento, no pude, yo no sabía -- ni la manera en que ella era capaz de navegar en la oscuridad, a través del laberinto de aparatos en movimiento, más allá de los cuarteles de obreros donde a ella nunca se le habría permitido pasar, a través de una puerta tras otra que deberían haber estado bloqueadas. Pero de todo, lo que tuvo el menor sentido, cuando sus pies golpeaban estruendosamente en los pasillos, era que nadie parecía estarla siguiendo. 

Si nadie te está persiguiendo, ¿por qué corres?

Luma dobló una esquina y se deslizó, golpeando contra la pared mientras se redirigía a sí misma, impulsivamente resistiéndose a su repentino cambio de rumbo. Afuera, afuera, afuera. Tenía que salir. 

Si las luces están apagadas, ¿cómo sabes a dónde estás yendo?

"¡No lo sé!" Luma gritó en voz alta. "¡Dejen de hacerme preguntas!" Su mano encontró una barra metálica que sobresalía de la pared -- su única advertencia de que el piso estaba a punto de convertirse en escaleras. Ella se puso en cuatro patas y por un momento avanzó con ritmo y regularidad; ella respiraba en sincronía con las manos y los pies, subiendo y trepando y escalando hacia arriba, fuera de la oscuridad. Sobre trozos retorcidos de una pierna mecánica y de pinzas, los ecos de la caverna reprodujeron una batalla peligrosamente ganada. Por un estrecho túnel de roca -- uno detrás del otro estaban…¡los hermanos! ¿Estás aquí, “Querido”? Gira a la izquierda, “Hábil”. Oh, se está haciendo difícil, “Profundo”. Sostengamos la luz en la oscuridad. Las oscuras piezas de la luz, mientras que lo oscuro permanezca en la oscuridad, añadirán luz a la luz cuando ejerzamos nuestros derechos. Pongamos la sabiduría a voluntad y luego se hará la luz.

La llegada repentina de un aterrizaje envió a Luma a derrumbarse, pero ella misma se levantó, tragando saliva, y buscó a tientas el siguiente paso. “Los caminos conducen hacia arriba y arriba, pero no tiene sentido, ¿por qué tendríamos que ir arriba a salir? No me extraña que nadie esté tratando de ayudarme, pero me voy a tener que ayudar yo misma”. Su cabeza golpeó contra algo sólido y se dio cuenta de que las escaleras se habían terminado perfectamente en el techo. “¿Qué?” Muerta de pánico, ella golpeó sus manos contra las superficies. “¿Un callejón sin salida? Estoy atrapada, es una trampa, ¡es una trampa! ¡ES UNA TRAMPA! Es una – una ranura, un mango – una puerta trampa. El panel chirrió y deslizó cuando Luma la abrió, y una rebanada delgada de luz se esparció por las escaleras y creció más y más amplia. “¡Luz! Eso quiere decir que…”

La pequeña habitación era circular y rodeada de ventanas. Estaba desprovista de muebles, el techo estaba demasiado bajo para estar de pie, y sólo había una floritura decorativa peculiar en una estructura totalmente utilitaria. Se podía observar un hueco -- un indulgente capricho de un arquitecto de hace muchos años. Luma se izó por la trampilla y se arrastró hasta el borde, mirando hacia afuera. Ella difícilmente había subido unos cuatro metros. El piso de la fábrica estaba bajo tierra -- no se había dado cuenta. “Sube para salir. ¡Ahora ya has subido, por lo que tienes que salir!” Apretó la cara y las manos contra el cristal. “¿Cómo podría...?” Ella retrocedió y se sentó, apoyando un pie en la ventana, golpeándolo, probándolo. “Mejor hacerlo bien la primera vez” Tap-tap.

BOOM BOOM.

El estruendo en el interior de su cráneo hizo que su piso temblara. Ella yació jadeante, con la visión borrosa y vacilando, a medida que la oscuridad, la rabia, y la certeza surgieron dentro de ella. 

FRACASARÁN.

Allí estaba el rostro de la realeza, hinchado y contorsionado de furia, los ojos sangrando negro y la boca formando un grito desgarrado, pero de alguna manera creciente, expandiéndose.

MORIRÁN.

Allí estaban los hermanos, manteniendo firmes los cristales. Su brillo primero respondió, y luego se absorbió con un blanco brillante y violento. Se encendió, empujó contra la oscuridad y grabó, solidificando, una perfecta 'M' que pulsaba, latía en la negrura. La máquina estaba viva.

“¡LA ESTÁN SANANDO! – PERO NO PUEDEN – LA LUZ Y LA SOMBRA…NO SE PUEDEN SEPARAR”

Ella pudo sentir el poder que fluía hacia el rey, y oír su risa en auge, cada vez más fuerte. Ella se atragantó con una tristeza abrumadora. El hombre y la máquina. El poder de uno era el poder del otro. La M restaurada nos salvará; pero la M restaurada traerá al Rey a niveles de poder desconocidos...

Luma hizo una mueca, frustrada por la contradicción. El Rey, la Máquina, la gente, la ciudad...sumiéndose en cenizas, las oscuras nubes alzándose. “¡AHORA!” -- la luz blanca estalló. Ella era la M, ella vio todo. Pero también lo hizo el Rey. Y cuando habló, su voz era también la suya.

YO VENCERÉ.

Ella pateó de repente, rompiendo la ventana. Ella se arrastró hasta ver como las piezas cayeron, capturando la luz que quedaba en el cielo. “Cristales”, pensó aturdida, y sintió que la luz se alzaba en su mente otra vez.

“Aterriza suave cuando vueles, Luma. Navega la oscuridad. Vuelve, y entonces te van a escuchar, te van a escuchar”

LUMA SALTÓ

…CONTINUARÁ...

¡FELICES NAVIDADES CON LOS EXPLORADORES DEL TIEMPO!

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