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Este tercer día de poesía,
reúne dos sonetos y un sonetillo
por su temática particular.
Dichoso el que lo pueda adivinar,
boleta el que largue un bocadillo.
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DÍA 15
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Sonetillo interplanetario
Silencio, mi dolor mortal.
Mi miedo interplanetario,
Más prefiero yo el horario,
La sensación hipermental.
La existencia es mi sentencia
Castigo, demencia estelar.
Soy quien no puede soportar,
La infinita penitencia.
Existo en distintos planos,
Así de lejos yo volé,
Con síntomas sobrehumanos.
Y mis futuros imperios,
De universos a criterios,
Son los que yo colonicé.
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Soneto abismal
De ni una sola provincia capital,
Reprendido a castigos infernales,
Es de orígenes casi espirituales,
Que acusan ser obra del terrible mal.
Ocasionado por bellas sustancias,
Con muy ricos efectos y fragancias,
Con la injuria se presenta al instante,
De mi cuerpo me aleja, estoy distante.
Pero a la vez me transforma en esclavo,
Del vacío que siente mi organismo,
Y que urgente tiene que ser llenado.
Uno los siete pecados mismos,
Que me ataca, me deja horrorizado:
El viaje de sufrir en el abismo.
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Soneto artificial
Imantados al suelo metálico,
como resortes anclados al piso,
hacemos lo que el humano no hizo,
con su lento transitar errático.
Tenme fe, viajero bidimensional,
pues mi mundo procuraré mostrarte,
y al lograr mis visiones propiciarte,
te haré cruzar el idílico portal.
Un afrodisíaco experimental,
síntoma triádico multilineal,
aguardará paciente que lo intentes.
Eligiendo con prudencia artificial,
volverás un día a verme hacia el final;
cuando el destino quiera que me aceptes.
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