20 dic 2015

#EspecialNavideño2015 - DÍA 20


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Un estado inconcebible.
Años luz de distancia
que separan un destino
de una larga travesía por recorrer.
La primera opción era el hipersueño,
pero descansar en tales perturbadoras circunstancias
solo logró hacerlos pasar un mal viaje...
fue una verdadera hiperpesadilla.

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DÍA 20

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LA HIPERPESADILLA - LA BITÁCORA ESPACIAL
EPISODIO IV


Ha pasado una semana desde que partimos.
Con una semana, me refiero a 168 horas de consciencia, entre el tiempo que permanecemos despiertos y el que lo hacemos dormidos, el cuál es un poco más en cuanto a la duración del viaje. Desconozco a qué velocidad viajemos, pero desde las ventanillas parece muuuuy lento. A veces, muy a las perdidas, nos cruzamos con alguna roca perdida en el vacío, y pasa flotando a velocidades altísimas. Es el único momento en que me percato de que nos estamos moviendo. Nos han informado acerca de la posibilidad de integrar a la nave seres extraterrestres que nos hagan de visitantes cada tanto. Una vez por año, una vez por mes, nos dicen que eso habrá que verlo y estudiarlo. Qué manía que tienen por analizar todo, por convertir todo en números, en datos, en información, en archivos. Hasta yo tengo un número de identificación, recién mediante el cual acceden a mi nombre. No sé porque no se guiarán por mi nombre para saber mi identificación, lo cuál sería mucho más fácil de recordar. Igual, con todo eso de copiar y pegar...es sencillo memorizar cualquier cosa. Lo hace la computadora, así que para qué gastarse.
Yo al menos me preocupo por recordar a todos. Antes no me llamaba la atención, pero ahora es una distracción más. Averiguar la historia de mis compañeros, sus vivencias, sus versiones de lo ocurrido, lo que más añoran, lo que más extrañarán, los nombres de sus familiares y las cosas que les gustan...todo me sirve. No lo guardo como un archivo, algo que memorizar. Lo reflexiono, lo vivo yo también, me pongo en la piel de esas personas, y trato de comprender lo que los llevó y lleva a hacer tal o tales cosas. Me humaniza más la estadía, supongo. Me saca de la rutina, por así decirlo. Uno se cansa rápido por aquí, eso es algo que fui aprendiendo en la marcha. Levantarse, comer, distraerse, comer, distraerse, comer, distraerse, comer, y acostarse. Al menos varío las distracciones, intentando no repetirlas, no esquematizarlas, no hacerlas rutina. Hasta ahora no probé todo lo que hay y ya repetí cosas, lo cual dentro de todo me ayuda a mantenerme optimista. Me guardo cosas interesantes para probar luego, como las películas. Haría lo mismo con la música, pero no puedo evitar estar todo el día escuchando algo. Al menos, hay un infinito almacén de discos y sencillos sueltos. Tendré mucho que averiguar, mucho por descubrir en la temporada que pasemos acá, así que habrá que tomárselo con soda.
Hay una chica en particular que me llamó la atención. Es hermosa, simétrica, pero me alegró mucho más verla el 'sábado' ese en que el pequeño club abrió. Todos nos vestimos provocativos, enseñamos más que de costumbre, y fuimos a un lugar lleno de 'gente'. La 'gente' ésta estaba bien diseñada. En la barra, eran mozos convincentes, en el baño, gente orinando como cualquiera, en la pista, buenos, regulares y malos bailarines, y en la charla...eran dados. Pero a mi me interesaba ella, la chica de carne y hueso. Traía puesto algo cortito y apretado, y me atraía más eso que una ginoide sin nada, por mucho más carnosa que fuera. Pero era demasiado pronto para actuar, para acercarme y decirle algo, elogiarla más allá de la sonrisa que le dirigía cuando nuestros ojos se cruzaban, o más bien cuando ella se percataba de que yo la estaba mirando. Chris y Jake se animaron a más y esa noche probaron con las robo-rameras. No se quejaron, me han detallado cosas que prefería no saber.
Beber y escuchar música bailable me sirvió de mayor despeje que mis intentos durante la semana. Es raro, pero me puse a pensar en un momento de dónde saldría tanto alcohol...tantos robots. ¿Para qué los querían en la nave? ¿De qué servían? ¿Y si alguno de los que no hibernábamos nos encariñábamos demasiado con alguna de las dos cosas? La palabra clave para la situaciones desastrosas parecía ser demasiado. Si pensabas demasiado, enloquecías, si no dormías en lo absoluto te ponían a dormir, si no bailabas cambiaban la música, si no te gustaba un trago te daban otro a probar hasta que encontraras alguno que pudieras tomar mucho. Era extraño, demasiado, y nadie quería contestar nuestras preguntas...parecía una pesadilla.
Pero al otro día mejoró. La pesadilla parecía haber terminado, a pesar de las secuelas físicas. Todos volvimos a la normalidad, y hasta me pareció solo encontrar recuerdos positivos de la noche anterior. La bella chica volvió al uniforme, al igual que todos los demás, y a nadie le pareció incomodar algo de lo sucedido esa noche. Todos sintieron que había sido algo normal. A mi me pareció demasiado normal, y por  lo tanto, demasiado extraño. No lo sé...todo fue rutinario en estos últimos dos días, pero ya veremos qué suceda el próximo 'sábado'. Lo único que ansío para ese día es volver a ver la chica vestida tan linda como la vez pasada.

Por cierto, su nombre es Annie.

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